La última llamada del niño asesinado: "¿Puedo dormir con el abuelo?"

La última llamada del niño asesinado: «¿Puedo dormir con el abuelo?»

La ciudad de Huétor Tájar, en Granada, España, permanece en estado de shock tras el asesinato de dos niños de 10 y 12 años a manos de su abuelo.

El hombre de 72 años se atrincheró en su casa y acabó matando a los niños antes de quitarse la vida.

Los agentes entraron en la vivienda sobre las 8:25 horas, tras comprobar que no había movimiento en la vivienda, momento en el que el anciano se suicidó, y encontró los cadáveres de los niños en dos habitaciones distintas, una de ellas con un disparo. herida.

Varios vecinos alertaron al 112, sobre las 21.45 horas, de que en la casa se estaban produciendo momentos de tensión y «conflicto» entre el abuelo y el padre de los niños. Según El Correo de Andalucía, el abuelo discutió con su yerno, al que apuntó con un arma, por no dejarle ver a sus nietos.

En ese momento, el hombre salió de la casa, donde el anciano se atrincheró con los niños. A la llegada de los agentes, el abuelo realizó dos disparos al aire desde la ventana para avisar que estaba armado, lo que llevó inmediatamente a las Fuerzas Armadas a activar el protocolo.

Antes de las once de la noche, el padre recibió una llamada del celular de su abuelo: era su hijo mayor. El niño le preguntó a su padre si podía dormir en casa con su abuelo: «Papá, ¿puedo dormir con mi abuelo?». Esta habría sido la última comunicación entre padre e hijo.

Aunque el hombre acordó, durante la llamada telefónica, que sus nietos se quedarían en casa para intentar ganar tiempo para recuperar a sus hijos, no pudo volver a contactar con ellos.

El contacto de las autoridades con el abuelo fue interrumpido sobre las 5 de la madrugada, cuando el hombre dijo a los agentes que no podía seguir hablando porque tenía que preparar a los niños para el colegio en breve.

Los agentes esperaron a que este hito se hiciera realidad, utilizando los medios tecnológicos a su alcance para escuchar y visibilizar, en la medida de lo posible, lo que podía estar sucediendo en el interior de la vivienda. Sin embargo, eran las ocho de la mañana y los niños aún no se habían ido a la escuela.

Al ver que no salían, los agentes decidieron que había que entrar. Fue al entrar que el abuelo se suicidó y descubrieron a los dos niños muertos.

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