Tribunal español declara delito retirar el preservativo sin consentimiento

Tribunal español declara delito retirar el preservativo sin consentimiento

En los últimos años ha ido ganando visibilidad el problema del 'stealthing', que consiste en mantener relaciones sexuales consentidas, pero sin consentimiento para quitarse el preservativo, ya sea iniciando el acto sin protección o quitándolo durante el mismo.

En la vecina España, el Tribunal Supremo ya ha declarado, por unanimidad, que los casos de 'furtivo' pueden ser considerados delitos contra la libertad sexual, según ha comunicado el alto tribunal a través de una nota citada por Europa Press.

Al deliberar sobre la pena a imponer, cinco jueces, que emitieron un voto disidente, consideran que la pena debería ser la de penetración sin consentimiento. La sentencia completa se publicará en los próximos días.

Fue el pasado mes de enero cuando el Tribunal Supremo empezó a estudiar esta cuestión, a raíz de un caso de 'furtivo' de la Audiencia Provincial de Sevilla, en el que el acusado fue condenado a 4 años de prisión por un delito de abuso sexual y a 6 meses de prisión. por un delito de injuria.

Inicialmente, cinco magistrados de la sección segunda se dispusieron a deliberar y decidir sobre el recurso presentado por el hombre contra esta condena, que fue confirmado por el Tribunal Superior de Justicia (TSJ) de Andalucía. Sin embargo, acabaron decidiendo llevarlo al Pleno, al entender que planteaba una cuestión inédita que el Tribunal Supremo no había abordado hasta la fecha.

El caso concreto, presentado por el magistrado Antonio del Moral, se remonta a julio de 2017, cuando el condenado y la víctima se disponían a mantener relaciones sexuales consentidas en un coche aparcado en un descampado, como habían hecho en otras ocasiones en los últimos meses.

Antes de tener relaciones sexuales, él le dijo que estaba siendo tratado por una enfermedad de transmisión sexual, «aunque sin decirle el diagnóstico concreto». Ella reaccionó accediendo a tener relaciones sexuales, pero con protección, «porque siempre ha sido así y más por la infección», por lo que ella misma le entregó el condón.

Sin embargo, nunca se lo puso, fingiendo que lo había hecho. En un momento, sintió que él no estaba usando condón y trató de interrumpir las relaciones sexuales. El acusado, luego de «un corto período de tiempo», interrumpió las relaciones sexuales, «se retiró, se vistió y abandonó el lugar, no sin antes tirar al suelo el condón sin usar». Como resultado, la mujer contrajo una enfermedad de transmisión sexual.

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